


Dios nuestro Señor, permítenos ser tus centinelas y poder comprender lo que tú significas para nuestra era. Te damos gracias por todo lo que tú ya has hecho y por cada buen cambio que ha sucedido entre las naciones. Porque las naciones se deben reverenciar a tu voluntad para que no pase nada salvo aquello logrado por ti. Júzganos cuando sea necesario. Abre nuestros ojos para ver en dónde andamos mal y cuándo las cosas no van según tu Espíritu. Permanece con nosotros y danos fuerza. Levanta a más centinelas en todas partes, en cada lugar y a cada hogar.
Dondequiera que pase algo para conmover los corazones humanos, permite que los centinelas proclamen: “Esto es de Dios. No importa cuánto suframos; esto es de Jesucristo, quien sufrió y se murió pero también resucitó”. Levanta a tales centinelas de entre los jóvenes y ancianos por todo el mundo, para la gloria de tu nombre. Que haya un pueblo que salga a tu encuentro, gritando con alegría y agradecimiento. Amén.
Copyright: A menos que expresemos lo contrario, nadie puede apropiarse indebidamente de nuestras creaciones. Todos los derechos reservados.



